En 1986, Ferrari se ve obligada a crear un modelo específico para "superar" la elevada carga fiscal aplicada en el mercado italiano a los automóviles de cilindrada superior a 2.000 cm3. Así nace el 208 GTB Turbo, así como la variante targa, el 208 GTS Turbo.
El 208 era esencialmente un 328, pero equipado con un motor de 2 litros turboalimentado. Sin embargo, es interesante señalar que el 208, con su V8 turboalimentado de 2 litros, rendía 254 CV y ofrecía unas prestaciones muy similares a las del 328, también equipado con un V8 atmosférico de 3,2 litros. Entre 1986 y 1989 se redujo la producción de este modelo, lo que lo convierte en una auténtica pieza de colección.
Este 208 GTS Turbo de 1989 tiene números coincidentes, está en excelentes condiciones y presenta la más clásica de las combinaciones: exterior rojo con interior de cuero negro.