Nacida en 1952, la serie 250 marca los primeros coches de producción en serie de Ferrari, ostentando la inconfundible potencia del célebre motor V12 Colombo. El 250 GTE, construido sobre el famoso chasis deportivo de batalla más larga, combinaba lujo y prestaciones como sólo Ferrari puede hacerlo. Con su carrocería aerodinámica, su interior de primera calidad y su clase, cautivó los corazones de hombres y mujeres por igual en la década de 1960.
Con sólo 955 unidades originales producidas, el Ferrari 250 GTE es un espécimen del que hacer alarde, semejante a un pavo real hembra cuyas feromonas fluyen por su cuerpo.
En nuestra sede del club, se puede admirar el Ferrari 250 GTE. Es sencillamente una delicia ver este Ferrari 250 GTE Serie II en carne y hueso. Con su largo capó y el tentador color exterior Azzuro (16240) y el interior de cuero beige, transmite una sensación mediterránea. No hay que olvidar que, en los Países Bajos, el coche fue inspeccionado por el veterano especialista en Ferrari Tony Willis, quien confirmó que los números de chasis, motor, caja de cambios y ejes eran originales y coincidían. El actual propietario hizo reconstruir completamente el motor hace menos de 1000 kilómetros.
Originalmente adornando las carreteras de California, este icono ha viajado a través del tiempo, desde las bulliciosas calles de los EE.UU. a los pintorescos paisajes de Suiza, antes de encontrar su lugar en el corazón de los Países Bajos.
¿Lo veremos pronto?