Spider - Servicio al concesionario - Manual - Entrega en Alemania
"Simplemente no puedo ver ninguna manera de que pudieran hacerlo mejor. El coche más bonito que he conducido nunca. Tengo que tener uno".
- Jeremy Clarkson
El Ferrari F355 debutó en 1994 e instantáneamente hizo que el 348 pareciera un becario italiano derramando espresso en su primer día. No se trataba de un lavado de cara ni de una actualización menor: Ferrari se reinventaba a sí misma como sólo Ferrari puede hacerlo.
Bajo el capó: un V8 de 3,5 litros con cinco válvulas por cilindro (cinquevalvole: suena como una serenata, pero se siente como un tinnitus). Grita hasta las 8.500 rpm, como si intentara escapar de su propio vano motor. No retumba, no burbujea, es puro Ferrari sin filtrar.
Y como los italianos nunca hacen las cosas a medias, hicieron una versión Spider. ¿Por qué guardarse ese sonido para uno mismo cuando se puede experimentar bajo el sol de la Toscana, con el techo bajado y las manos en alto? Por primera vez, la capota descapotable era totalmente electrónica: no hacía falta una placa de explorador para abrirla o cerrarla.
¿Y el resto? Diseño Pininfarina, 1.800 horas de pruebas en el túnel de viento y unas líneas tan elegantes que prácticamente exigen un beso en el guardabarros. Elegancia y arrogancia en perfecta armonía.
El F355 Spider no es sólo un coche, es una clase magistral de cómo debe hacerse. El chasis es afiladísimo, la dirección tan directa que activa tus glándulas sudoríparas en las curvas, y el motor... pura locura. Y luego, por supuesto, está la caja de cambios manual: clic, clac, piel de gallina.
Olvídate de las DSG, de las levas y de los cambios algorítmicos: esto es la perfección mecánica. A este coche no se le habla, se le grita. Y él te grita.
Ahora, la parte seria. Nuestro ejemplo es exactamente como lo querrías. Originalmente entregado en Frankfurt, impecablemente mantenido, libro de revisiones completamente sellado, y equipado con todas las opciones correctas: Pintura Rosso Corsa, interior de cuero negro, escudos Ferrari, pinzas de freno pintadas y la rejilla trasera Challenge.
Y sí, el santo grial: un cambio manual de 6 velocidades. Sin compromisos. No clickbait-Ferrari. Este es el F355 Spider con el que sueñan los puristas. La diferencia entre un coche bien cuidado... y una auténtica pieza de coleccionista.
¿Nos vemos pronto?
"Incluso después de muchos años en el periodismo del motor, y conduciendo bastantes Ferraris, el F355 es uno de mis coches favoritos de todos los tiempos. Tendría uno en un santiamén". Brian Silvestro, Road & Track.