El Ferrari 458 Italia, presentado en el Salón del Automóvil de Fráncfort de 2009, se erige como la cumbre del legado de deportivos con motor central de Ferrari. Diseñado por Donato Coco en Pininfarina, supuso un salto cualitativo respecto a su predecesor, el F430, con una carrocería elegante y aerodinámica que combinaba forma y funcionalidad. En su corazón rugía un motor V8 de 4,5 litros, con una impresionante potencia de 562 CV y un escalofriante sonido de escape que encapsulaba el pedigrí de competición de Ferrari. El 458 Italia no tardó en ser aclamado por su afiladísima maniobrabilidad, su fulgurante aceleración y su lujoso interior, estableciendo nuevas referencias en el ámbito de los supercoches.
Aprovechando el éxito del 458 Italia, Ferrari presentó el 458 Speciale en 2013, una variante que superaba aún más los límites del rendimiento. Con mejoras centradas en la reducción de peso, la aerodinámica y la potencia, el Speciale personificaba el compromiso de Ferrari con la excelencia en ingeniería. Su motor V8 de 4,5 litros mejorado entregaba 597 CV, catapultándolo de 0 a 100 km/h en sólo 3 segundos. El diseño del 458 Speciale, orientado a los circuitos, incluía avanzadas ayudas aerodinámicas, como la aerodinámica activa y los generadores de vórtices en los bajos, que maximizaban la carga aerodinámica y la estabilidad a altas velocidades.
Este coche en particular, un Speciale con dos propietarios, es una especificación de Gulf que ha sido revisado por un concesionario Ferrari toda su vida. Equipado con el paquete opcional de telemetría, este coche recibió su último servicio en febrero de 2024. Con poco menos de 29.000 kilómetros, se trata de un Speciale mecánicamente sano y cosméticamente excelente que está listo para disfrutar nada más salir de la sala de exposición, y ser una pieza de coleccionista para una mayor apreciación en una de las últimas colaboraciones de Pininfarina con la Casa del Cavallino Rampante.