Ferrari 812 GTS - La máxima sinfonía de potencia y estilo
Sin turbos. Sin trucos eléctricos. Sin compromisos. El 812 GTS es Ferrari en estado puro: un V12 atmosférico gritando a 9.000 rpm como un cantante de ópera que ve partir a su amante con un conductor de Lamborghini. Furioso. Infinito. Divino.
Con su cilindrada de 6,5 litros, este Cavallino Rampante ofrece una potencia bruta y una respuesta a la velocidad del rayo, exactamente por lo que se conoce a Ferrari. Cada vez que se acciona la leva al volante, parece que las leyes de la física se tuercen brevemente. Los cambios son tan precisos y suaves que juraría que el mismísimo Enzo Ferrari ha participado en ellos, café expreso en mano.
Y luego está el sonido... ¿En un túnel? Religioso. ¿En carretera? Puro éxtasis. Con el techo bajado, esto no es conducir, es un concierto exclusivo de doce cilindros cantando. Cada túnel se convierte en una catedral de sonido, cada puerto de montaña en una experiencia musical en bruto.
Este 812 GTS deslumbra en Grigio GTS, un color que irradia velocidad sin gritar. Las pinzas de freno Giallo Modena hacen un sutil guiño a la rica herencia de Ferrari en el mundo de la competición, mientras que las puntas de escape cerámicas negras susurran que bajo el capó se esconde una bestia. ¿Los escudos de la Scuderia Ferrari? No son para lucirlos, se los han ganado.
Se yergue orgulloso sobre unas llantas Diamond forjadas de 20 pulgadas en color antracita intenso, que le sirven tanto para recorrer el bulevar de Mónaco como para atravesar los Alpes. Los faros adaptativos AFS2 LED iluminan el Col de Turini incluso de noche, el parabrisas termorreflectante te protege del feroz sol italiano y, con el kit de elevación, los adoquines romanos no son ningún obstáculo.
En el interior, se encuentra con el exclusivo interior "Scorched Earth", como si llevara un traje milanés a medida, con detalles de costuras Daytona. Asientos Daytona ajustables eléctricamente con un Cavallino bordado en blanco, un volante de carbono con luces de cambio que cuentan la cuenta atrás de pura adrenalina. Aquí no sólo estás sentado, estás al mando.
Y aún hay más. Este coche viene de su primer propietario, directamente desde el Lago de Garda, ¿dónde si no? Mantenido en concesionario, con cinco años de garantía de fábrica restantes y un plan de servicio completo. La pintura está protegida con una película PPF de alta calidad para mantener esta belleza impecable en los próximos años.
Así que no sólo es impresionante, sino que también es despreocupado. Y para los más emprendedores: IVA deducible.
En sólo 14 segundos, el techo desaparece. Entonces sólo queda el aire, el fuego y usted, en primera fila, en el concierto más emocionante de su vida.
Pero atención: coches como éste nunca están disponibles por mucho tiempo. El mercado de modelos 812 GTS está al rojo vivo, y esta combinación de colores es única. Muchos lo querrán, pero sólo uno podrá tenerlo.
¿Lo veremos pronto?
"El 812 GTS es todo lo que esperas de un Ferrari". - Road & Track