En 1955, el Ford Thunderbird, también conocido como T-Bird, hizo su debut en el mercado. Este vehículo, considerado la quintaesencia del cruiser americano, se inspiró en deportivos europeos como el Mercedes 300 SL y el Jaguar XK120. Su propósito original era superar al Chevrolet Corvette antes de que éste tuviera la oportunidad de reclamar el primer puesto. El diseño del Thunderbird fue muy elogiado por su aspecto elegante y casi cinematográfico, unido a un potente motor V8 típicamente americano que producía sin esfuerzo unos impresionantes 193 CV -y más-, una hazaña digna de mención para su época. El Thunderbird se fabricó durante cinco décadas, a lo largo de once generaciones, hasta que el último salió de la cadena de montaje en 2005.
Aunque el Thunderbird se inspiró en los deportivos europeos, también representó una importante dosis de nostalgia americana. Un paseo en este vehículo evoca la sensación de ser transportado a los años sesenta de Estados Unidos, donde los autocines bajo un romántico cielo estrellado, los paseos despreocupados por amplias carreteras y la sensación de que todo vale. El Thunderbird encapsula el espíritu despreocupado de la época, que es una era de la historia americana ampliamente romantizada y celebrada.
Ford Bullet Bird
El Ford Bullet Bird -que hace honor a su nombre en términos de apariencia- se fabricó durante dos años, de 1961 a 1963. Esta tercera de una serie de once generaciones de Thunderbirds trajo un aspecto completamente nuevo. Tras la decepcionante segunda generación, Ford se anticipó a las necesidades de sus clientes habituales, dando como resultado el Bullet Bird.
El Bullet Bird era casi discontinuamente diferente en comparación con su generación anterior. La segunda generación no fue adorada por la mayoría de los estadounidenses, y la recesión de Eisenhower provocó una disminución de la confianza de los consumidores. Ford tuvo que intervenir para evitar perder cuota de mercado frente a Chevrolet y su Corvette. El Bullet Bird supuso un alivio, y la economía se estabilizó. Este nuevo Thunderbird traía tres motores V8 de 6390 cc diferentes -aunque los tres muy potentes-, que producían 300 caballos o más y estaban controlados por una transmisión automática Cruise-O-Matic de tres velocidades.
El diseño es fácilmente reconocible por la tira de metal cromado brillante que se curva desde la parte delantera del capó hasta los pilotos traseros. Las luces traseras y la zaga parecen las de un caza militar. De perfil, la carrocería tiene forma de bala, de ahí su nombre.
Ford era innovador en varios aspectos, y el Bullet Bird se benefició de ello con la inclusión del llamado volante Swing-Away. Un volante que se puede deslizar hacia la derecha cuando el coche está en Park, para dar al conductor todo el espacio y comodidad a la hora de salir.
Conducir este coche es adictivo, enciende una sensación nostálgica a lo Elvis Presley que ningún otro coche es capaz de conseguir. Además, es un coche clásico asequible que conservará o aumentará su valor, lo que lo convierte en una buena inversión en general.
Información técnica:
Carrocería
Longitud (cm): 522 (206 pulgadas)
Anchura (cm): 188 (74 pulgadas)
Altura (cm): 133 (52 pulgadas)
Distancia entre ejes (cm): 287 (13 pulgadas)
Peso (kg): 1690 (3726 lbs)
Mecánica
Motor: V8 de 6384 cc con motor delantero
Distribución: 16, OHV
Sistema de combustible: 1 carburador Holly de 4 barriles
Caja de cambios: Automática de 3 velocidades 'Cruise-O-Matic
Transmisión: RWD
Dirección a la izquierda
potencia: 300 CV (224 kW) a 4600 t/m
par motor 579 Nm a 2800 t/m
Velocidad máxima: 208 km/h