Esto es algo que raramente vemos hoy en día. Un Alvis Silver Eagle de 1934. El coche tiene un cuerpo que se inspira en un touerer abierto. El historial de mantenimiento completo desde 1987 está presente con el coche y sólo podemos decir que el coche se ve realmente hermoso. Por supuesto, el coche ya está totalmente restaurado. No podemos decir otra cosa que el trabajo se hace muy bien. El coche es, obviamente, restaurado a la perfección y desde entonces muy bien mantenido. Mirando el estado del chasis y la carrocería, sólo podemos concluir que el coche está en perfecto estado de salud. El chasis fue bellamente pintado durante la restauración y todos los accesorios como la suspensión, el diferencial y los ejes de transmisión están en buenas condiciones. La carrocería tiene un aspecto excelente. En el lado izquierdo de la carrocería hay dos pequeñas puertas para facilitar la entrada. Las puertas cierran correctamente y el capó está en buen estado y es de gran calidad. El coche se sostiene sobre llantas de radios en el color del coche y tanto las llantas como los neumáticos están en muy buen estado. La parrilla cromada también está en muy buen estado y en la parte delantera del coche hay una "badgebar" montada con varios recuerdos de bonitos eventos en los que ha participado este coche.

El interior es como la mayoría de los coches de preguerra espartano pero bellamente diseñado. Te sientas en asientos deportivos rodeados de hermoso cuero negro. Las alfombrillas también están en muy buen estado y el salpicadero es un regalo para la vista con sus contadores de bello diseño y el hermoso aluminio sobre el que están montados. Otra cosa destacable es que el coche tiene el acelerador en el centro y el freno está donde uno esperaría que estuviera el acelerador. Cuesta un poco acostumbrarse, pero contribuye en gran medida al carácter único de conducción de este hermoso Alvis. Los coches Alvis siempre han sido conocidos por su carácter deportivo. Este Silver Eagle no es una excepción. El coche está propulsado por un motor de seis cilindros en línea que produce 70 CV, una potencia muy impresionante para 1934. En aquella época, convertía al coche en uno de los más rápidos del Reino Unido. El motor funciona perfectamente y está acoplado a una transmisión manual de cuatro velocidades. Conducir un coche de preguerra de estas características es una auténtica gozada. Ajustas un poco el encendido, modulas adecuadamente el acelerador, diriges un poco más para mantener el coche en la trayectoria correcta, es una experiencia de conducción que un coche moderno simplemente no puede ofrecerte. Este Alvis Silver Eagle viene con dos grandes carpetas con documentación que incluye facturas, correspondencia sobre el coche, manuales de taller y fotografías. En resumen, no sólo un hermoso Alvis para ver, sino también un ejemplo técnica y ópticamente muy bien mantenido en un esquema de color precioso con la documentación adecuada.