Mucho más que un modelo de Jaguar, el E-Type es un emblema representativo de la propia compañía británica, que no olvida la importancia de este coche en la creación de la imagen deportiva que aún perdura hoy en día.
En su lanzamiento, el E-Type causó un gran revuelo cuando apareció por primera vez, con unas líneas instantáneamente clásicas y una velocidad máxima de 241 km/h. Hoy en día, sería imposible que un solo modelo hiciera tanto ruido, pero se trataba de un deportivo de producción con una vena civilizada que parecía un prototipo de Le Mans. El diseño del E-Type debe mucho al del D-Type de carreras: un chasis monocasco que forma el bastidor principal con un bastidor tubular espacial extendido hacia delante para soportar el motor.
Este es un E Type 3.8 Serie I Roadster en su estado original.