Si realmente conoces la historia de Packard, entonces sabes que tenían algunas grandes camionetas antes de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, esta camioneta Packard de 1949 es una pura fantasía hecha realidad. Se trata de una camioneta hecha a medida a partir de los coches de la serie 23, uno de los diseños más atractivos y aerodinámicos de su época. Incluso tiene bonitos detalles clásicos como neumáticos de banda blanca, llantas de alambre Packard, un interior clásico con asiento corrido, brillantes indicadores de fábrica y el potente motor de ocho cilindros en línea. Lo más impresionante es que todo parece hecho por Packard. Los pilares B redondeados tienen el estilo limpio que se obtendría de un estampado de fábrica. Los guardabarros redondeados de la cama van bien con las curvas delanteras. Y una excelente aplicación de rojo ayuda a que parezca aún más uniforme. Así que tómese un tiempo extra para contemplar una creación única que se atreve a soñar con una camioneta Packard de posguerra
DESTACADOS
*Packard Serie 23 sedán convertido en una pickup personalizada
*Cama totalmente de acero Studebaker con pintura de revestimiento del mismo color
*Mejores detalles clásicos del paquete
-Ornamento de cisne en el capó
-Parrilla/marco distintivo
-Neumáticos de pared blanca
-Llantas de alambre
*Interior estilo fábrica bien hecho
*Material de cojín fresco en asiento de banco
*Volante y salpicadero clásicos
*Indicadores auxiliares mejorados
*Capota clásica con bisagras de piano
*Motor de 327 pulgadas cúbicas y ocho cilindros en línea
*Transmisión manual de tres velocidades con cambio de columna
Puede que este camión sea una creación personalizada, pero representa muchas realidades. Después de todo, se asienta sobre el chasis original Packard casi como un recordatorio de lo robustos que construían sus coches. Y cuando se combina con el gran par del motor de ocho cilindros, apostamos a que Packard podría haber hecho realmente un pick-up práctico si hubieran decidido ampliar la línea de la Serie 23. Además, la cama Studebaker era la elección ideal para esta custom. No sólo tenía un diseño de guardabarros estupendo, sino que también encajaba perfectamente con el resto de la historia de Packard desde que compraron Studebaker en los años 50. Y es esta combinación de sustancia, historia y singularidad lo que lo convierte en una distinción irresistible. Es por eso que usted sabe este uno-de-uno-bueno pertenece en su garaje. ¡Llame hoy!