En el diseño del 928 se hizo hincapié en la construcción ligera. Por este motivo, las puertas, las aletas delanteras y el capó se fabricaron en aluminio.
El 928 tenía faros redondos, integrados en las aletas y que podían elevarse eléctricamente. La gran ventanilla de la tapa trasera dominaba la redondeada zaga.
Los modelos 928 estaban propulsados por un motor V8 refrigerado por agua con una disposición de cilindros a 90°. La potencia se transmitía a través de una estructura transaxle.
El eje trasero del 928 era toda una novedad. Lo especial de esta suspensión de doble horquilla, también conocida como eje Weissach, era su efecto estabilizador de convergencia. Funcionaba más o menos como una dirección trasera pasiva y contribuía de forma significativa a la seguridad activa del Gran Turismo.
Este coche se presenta en buen estado.