1 de 1 En todo el mundo
Nada es imposible Cada uno de los cristales de Swarovski fue colocado con amor y maestría por artesanos especialmente formados durante meses de trabajo de Sísifo, y fijado permanentemente con pinzas hasta que toda la superficie "cristalina" del enorme vehículo de lujo quedó completa y uniformemente perfecta. En cambio, la restauración técnica completa de este vehículo fue una hazaña artesanal bastante sencilla pero perfecta. La suma de ambos da como resultado un vehículo con un aspecto, un tacto y un carisma fantásticos.