Histórico
En Buick, el nombre Electra designaba los modelos de gama alta, dotados del equipamiento más lujoso. En cuanto al número 225, aludía a la longitud del coche: 225 pulgadas, es decir, 5,71 metros. Como los americanos de la época, estaba propulsado por un voluminoso V8 de 6,5 litros cuyos 325 CV permitían las rápidas arrancadas apreciadas por la fogosa juventud de "La Fureur de Vivre".
Descripción
El Electra 225 que se ofrece es uno de los rarísimos ejemplares vendidos nuevos en Francia. Este Electra cabriolet sólo ha conocido cuatro propietarios, todos parisinos excepto el último, Normand. El segundo propietario lo adquirió a principios de los años 80, antes de venderlo en 2000. Apasionado de los coches americanos, el tercer propietario llevaba muchos años buscando un ejemplar francés y, cuando lo compró, el coche no mostraba más que 60.000 km en el cuentakilómetros. Decidió entonces restaurarlo y lo confió a Pacific Garage, especializado en coches americanos. El expediente incluye una serie de facturas que detallan los trabajos realizados, por un importe total de 70.000 euros. Posteriormente, este espléndido automóvil fue objeto de un artículo en la revista Nitro, n° 214 de 2005, donde aparecía en portada.
Actualmente con 83.000 km, el coche ha recibido un nuevo motor y conserva su interior original, maravillosamente conservado, y ofrece un equipamiento de alto nivel con mandos eléctricos para numerosos elementos: los asientos, las ventanillas, la capota, la antena... Dispone de control de crucero acústico, claxon bicolor ciudad/carretera y en el maletero se ha instalado un discreto autorradio con cargador para diez CD. Este coche es un verdadero testigo de la desmesura y la inventiva americana de la época, como lo demuestra su salpicadero, que puede observarse a través de un espejo situado bajo una gran visera, regulable en función de la talla del conductor... Gris verdoso metalizado con interior rojo, ofrece la rara posibilidad de viajar con cuatro o cinco personas con la capota bajada disfrutando del paisaje, el sol y las emociones salvajes del American Graffiti.
Tarjeta gris francesa
Nuestra opinión
¡Es un coche muy raro de encontrar en el mercado y es el año de la versión más bella! Sin duda, ¡un americano excepcional!