Este precioso DS Azul d'Orient con techo Gris d'Argent es el modelo superior de la línea DS, con un cuatro cilindros de 2,3 litros y 141 CV. Este DS ha sido completamente restaurado a las mejores condiciones y parece prácticamente nuevo.
Durante años, el Citroën DS fue conocido principalmente como "el lucio", pero ahora los entusiastas llaman a este clásico único por el nombre oficial de su modelo. Eso no quita para que este francés merezca su propio capítulo en todos los libros sobre coches clásicos. Desde la primera serie con faros sencillos hasta las versiones posteriores con iluminación tras el cristal: el DS se adelantó a su tiempo, por lo que hoy en día sigue siendo un placer mirarlo y viajar con él. El DS ha sido un éxito desde su presentación en el Salón del Automóvil de París, el primer día se hicieron 12.000 pedidos del coche y al final del salón había 80.000 firmas.
Este 23 Pallas 'Injection Electronique' está equipado con un semiautomático de cuatro marchas. Así que puedes cambiar de marcha tú mismo, pero sin pedal de embrague. Este coche se entregó nuevo en Francia en 1972 y se le proporcionó una matrícula holandesa veinte años después. El primer propietario holandés tuvo el coche durante 17 años, el segundo durante 21 años. En 2020 el coche fue vendido al propietario más reciente. Toda la documentación muestra que el DS ha recorrido un total de 157.966 kilómetros desde 1972. El motor fue revisado en 2004 y la caja de cambios fue revisada unos años más tarde. Se optó por una versión con una cuarta marcha más larga. En 2016 se volvió a hacer nuevo el compartimento del motor y en 2018 se restauró completamente el exterior. Hay facturas disponibles, solo en esos dos años se invirtieron más de 50.000 euros en este DS realmente fantástico.
El Pallas, la versión más lujosa, se conduce muy cómodamente y bien. El chasis hidráulico tiene unos muelles estupendos y el coche cambia de marchas con mucha suavidad. En definitiva, estamos hablando de un DS perfecto.
El interior está realmente en condiciones nuevas. Nada está desgastado o tiene signos evidentes de desgaste. Mirando a su alrededor verá bonitos detalles cromados, un salpicadero en muy buen estado y bonitos y suaves revestimientos de suelo de 'gamuza bouclé'.
El motor DX5 de 2,3 litros, equipado con el sistema de inyección Bosch D-Jetronic, es un placer y una delicia de conducir. El motor funciona y suena muy saludable y el coche conduce suave como la seda, como cabría esperar de un DS de esta clase. El mantenimiento fue realizado por especialistas. En consonancia con el resto del coche, el fondo también está en muy buenas condiciones. Aparte de los signos de desgaste, se puede describir como "muy bueno".
No debería perderse este DS si busca uno de los clásicos más cómodos que existen.