Creado en una serie limitada de 500 coupés y 500 variantes descapotables "Spyder", el 8C ("Otto Cilindri") fue concebido como una carta de amor a la belleza y la emoción del automóvil. Con un legado que se remonta a los coches de carreras de 8 cilindros en línea de los años 30, la denominación 8C se reencarnó de nuevo en 2003, esta vez en forma de concept car en el Salón del Automóvil de Fráncfort, un coche casi idéntico al modelo de producción que llegaría cuatro años más tarde.
Además de las suntuosas líneas trazadas por Wolfgang Egger, el tren motriz del 8C también capturaba la magia del automovilismo italiano: un motor Ferrari V8 de 4,7 litros le confería un sonido melódico y un poderoso empuje -los 444 caballos rondando los 300 km/h- dignos de una de las creaciones de Módena. Una caja de cambios computerizada de seis velocidades y cambio rápido garantizaba una entrega perfecta de la potencia al asfalto, con la ayuda de un diferencial de deslizamiento limitado.
A lo largo de los años se ofrecieron diferentes versiones del 8C: un Spyder, de 2007 a 2010; un TZ3 Corsa único de Zagato, y quizás el más conocido: el Disco Volante, un homenaje al "platillo volante" de Alfa de principios de los años 50, carrozado por Carrozzeria Touring.
Este coupé "Competizione" en particular, acabado en el icónico Rosso Competizione del modelo, es uno de los 70 coches entregados a Japón. Con poco más de 9.000 kilómetros en el cuentakilómetros, se trata de un automóvil muy original y en buen estado mecánico. Este 8C es una excelente oportunidad para adquirir un automóvil de producción limitada con un pedigrí digno de los más puros pura sangre italianos modernos.