En la década de 1980, la Chrysler Corporation recuperó su equilibrio financiero gracias al programa K-Car de Lee Iaccoca y a la adquisición de AMC/Jeep, dos golpes maestros que ayudaron a revitalizar la empresa de sus males de la era Malaise. En 1986, Iaccoca trajo a Bob Lutz de Ford, que insistió en un nuevo programa de deportivos para revivir los días dorados del todocamino americano, un verdadero sucesor del Shelby Cobra. Con Tom Gale al timón del proyecto, se presentó un prototipo en el Salón del Automóvil de Detroit de 1989, que cautivó al público y a la prensa especializada. El ingeniero jefe Roy Sjoberg reunió con entusiasmo un equipo de skunk-works para un modelo de producción, y en 1990, Iaccoca había aprobado la financiación, perseverado por el propio Carrol Shelby. En 1991, un modelo de preproducción se convirtió en el pace car de las 500 Millas de Indianápolis, y en 1992, el nuevo Viper empezó a entregarse en los concesionarios de todo Estados Unidos.
Con una clara inspiración en el Cobra, el E-Type e incluso el Ferrari 250GTO, el Viper de nariz alargada montaba un motor de 8 litros de la división de camiones de Dodge, transformado en un propulsor de aluminio por los artesanos de Lamborghini, propiedad de Chrysler en aquel momento. Los primeros coches (SRI) eran relativamente espartanos y carecían de lujos, pero rendían unos aplastantes 400 CV. Con el paso de los años, con la evolución a SRII (1996), ZBI (2002), ZBII (2008) y VXI (2010), la potencia aumentó hasta unos formidables 640 CV de 8,4 litros, posicionando al Viper como un competidor más democrático y asequible frente a los exóticos europeos.
Este RT/10 (SRII) en concreto es la última y mejor iteración del Viper de 450 CV de la primera generación. Se vendió nuevo en Rochester, Michigan, en marzo de 2001, y posteriormente cambió de manos dos veces (2008, 2024) antes de ser adquirido por nosotros, saliendo así de Michigan por primera vez. Con poco más de 4.000 millas desde nuevo, este coche es completamente original y libre de óxido, todavía luciendo su pintura original de fábrica.