El Dodge Charger de 1990 es un audaz coche americano de altas prestaciones construido para ofrecer potencia y presencia más que eficiencia. Bajo el capó se encuentra un Magnum V8 de 5,9 litros, que produce alrededor de 230-245 caballos de potencia y 330 lb-pie de par motor, dándole una fuerte aceleración y el carácter clásico de un muscle car.