Por alguna razón, los coches japoneses rara vez alcanzan en las subastas los elevados precios de sus homólogos europeos y americanos. Sin embargo, eso no significa que no haya habido algunos coches JDM salvajemente caros que han pasado bajo el martillo durante la última década más o menos.
Dado el renovado interés de los aficionados por los coches japoneses clásicos y modernos en los últimos años, aquí tienes una lista de los 11 coches JDM más caros que se han vendido en subastas de todo el mundo.
Aquí hay un montón de Toyotas, así que puedes alegrarte si eres fan de Toyota. Eso sí, ten en cuenta que todos ellos tienen un precio muy elevado...
1967 Toyota 2000 GT
Hay muchos Toyota en esta lista, y es un Toyota el que puede presumir de ser el coche JDM más caro jamás vendido. En marzo de 2022, este Toyota 2000 GT de 1967 tuneado por Carroll Shelby se vendió por la friolera de 2.540.000 dólares en la subasta de Amelia Island de Gooding & Company, batiendo el récord de precio existente en 400.000 dólares. El coupé diseñado por Satoru Nozaki es un coche raro, ya que sólo se fabricaron 351 ejemplares. Sin embargo, el Shelby Toyota 2000 GT tiene una dosis extra de exclusividad gracias a que es sólo uno de tres ejemplares y a que cuenta con una versión tuneada del motor 2.0L de seis cilindros y 138 CV del coche de serie, una suspensión rebajada y una radical decoración de carreras de los años 60.
Toyota GR Supra 2020
En 2019, Toyota revivió su icónica denominación Supra tras casi 20 años de ausencia. El primer modelo de producción mundial de la quinta generación del Supra (el coche que ve arriba) llevaba la firma de Akio Toyoda, CEO de Toyota, y estaba acabado en un único color gris mate con el interior y los retrovisores rojos. Naturalmente, esto no iba a tener un precio modesto en la subasta anual de Barrett-Jackson en Scottsdale, Arizona, en 2019; después de todo, el coche comenzó en 100.000 dólares. Sin embargo, nadie esperaba que alcanzara su precio final de venta de 2,1 millones de dólares.
2021 Lexus LC500
Al año siguiente, en la subasta Barratt-Jackson 2020, se vendió el segundo coche JDM más caro de todos los tiempos. En solo tres minutos, el primer Lexus LC500 de producción de 2021 pasó bajo el martillo por 2.000.000 de dólares. El coche estaba pintado en azul Structural Blue de Lexus -el azul más intenso de todos los coches a la venta actualmente- con un interior de cuero blanco. Con su compra de seis cifras se incluía un juego de maletas Zero Halliburton diseñadas específicamente para caber en el maletero del Mercedes SL japonés con motor V8, un álbum de fotos que describía el ciclo de producción del LC y clases de conducción impartidas por el piloto de carreras estadounidense Scott Pruett.
1992 AAR / Toyota Eagle MkIII GTP
Otro Toyota, pero no realmente un Toyota. El Toyota Eagle MKIII GTP fue obra del AAR o "All American Racers" de Dan Gurney; un GTP de la IMSA con la marca Toyota y un motor de cuatro cilindros turboalimentado de 2.1L muy pequeño pero inmensamente potente del fabricante japonés que -¡prepárate para esto! - rinde más de 750 CV en un coche que pesa sólo 875 kg. Es más, cuenta la leyenda que el motor era tan potente que destruyó cuatro dinamómetros de Toyota Racing Development (TRD, ahora Gazoo Racing) durante las pruebas. El coche era una obra maestra, y ganó 21 de las 27 carreras en las que participó durante la temporada de 1992 y la IMSA. Para subrayar lo impresionante que era el Toyota Eagle MKIII GTP, a velocidades de más de 300 km/h producía más de 3.000 kg de carga aerodinámica.
Lexus LFA Edición Nürburgring 2011
El V10 de 4,8L y 562 CV que propulsa el Lexus LFA está ampliamente considerado como uno de los mejores motores jamás fabricados y así debe ser: suena glorioso. Una vez más, en la subasta Barrett-Jackson 2019, una de las 50 ediciones LFA Nürburgring producidas con solo 885 millas en el reloj se vendió por 918.500 dólares. Para poner un poco más en antecedentes sobre lo épica que es esta iteración del ya épico LFA, su motor era capaz de acelerar de 0 a 9000 rpm en 0,6 segundos, y Toyota tuvo que desarrollar un taquímetro digital para seguir el ritmo del V10 revolucionado desde el ralentí. Ah, y por si te lo estabas preguntando, el Lexus LFA Nürburgring Edition consiguió dar la vuelta al Nordschleife en 7m14.640s con una velocidad media de 106 mph.
2017 Honda NSX
Tras un paréntesis de 12 años, Honda -o Acura si estás en EE. UU.- reintrodujo el NSX para el modelo 2017 como un deportivo híbrido suave con tracción total. Su motor V6 de 3,5 litros estaba acoplado a un sistema de propulsión híbrido eléctrico que producía 573 CV, casi el doble que el NSX original de finales de los 80. Una vez más en la subasta de Barrett-Jackson -esta vez en 2016- el primer Acura NSX de producción de la historia fue adquirido por 1.200.000 dólares por Rick Hendrick, el propietario del Hendrick Automotive Group de coches Hendrick Motorsports -el equipo de NASCAR más exitoso de la historia de este deporte-. Como todos los coches japoneses vendidos en Barrett-Jackson de esta lista, los beneficios se destinaron a obras benéficas.
Mazda 767B de 1989
Otro prototipo ganador de carreras de Japón, el Mazda 787B ganó las 24 Horas de Le Mans en 1991 con el peculiar motor Wankel de cuatro rotores y 654 cc de Mazda y se convirtió en el primer coche japonés en ganar la mayor carrera de resistencia del planeta. El coche número 55 dio 362 vueltas al circuito de La Sarthe, de 13,9 km, y marcó una distancia total de unos 4.923 kilómetros. También fue el primer -¡y hasta ahora único! - coche con motor rotativo en conseguir la victoria en Le Mans. El idéntico Mazda 767B -ese es el coche de carreras que ves arriba- fue el predecesor del 787B, y aunque no tiene el pedigrí ganador de Le Mans del coche que vino después, sentó las bases para una de las máquinas más icónicas de la historia de las carreras de resistencia. En la subasta de Amelia Island de 2017, el 767B se vendió por 1.175.000 dólares.
2000 Subaru Impreza WRC
Ninguna lista de los coches japoneses más caros (o de los coches japoneses en general, ¡en realidad!) estaría completa sin un Subaru Impreza, así que aquí estamos. El W25 SRT es un Subaru Impreza S6 WRC2000, que fue pilotado por el Campeón del Mundo de Rallyes de 2001, el fallecido Richard Burns. Durante la temporada 2000, Burns consiguió cuatro victorias y terminó segundo en la clasificación de pilotos; a solo cinco puntos del ganador del título, Marcus Grönholm. En 2021, el coche que Burns condujo hasta la victoria en casa en el Rally GB de 2000 se vendió por más de 600.000 libras en CollectingCars.com. Curiosamente, el coche fue entregado a su nuevo propietario en las mismas condiciones en las que había terminado el Rally GB; ¡con cicatrices de batalla y todo!
Nissan Fairlady Z432R de 1970
El Nissan Fairlady Z432R fue una edición muy cara y muy especial del icónico deportivo de Nissan. El Z432R era una variante ligera y robusta del Fairlady normal con cuatro válvulas por cilindro (el '4'), tres carburadores (el '3') y doble árbol de levas (el '2'). El coche se fabricó con acero de calibre más fino y, a excepción del parabrisas, todos los cristales se sustituyeron por acrílicos. Ah, y el Z432R no tenía comodidades: ni calefacción, ni reloj, ni insonorización, ni radio. Esencialmente, era la respuesta japonesa al Porsche 911 R de finales de los 60 y principios de los 70. El Z432R también era raro: Nissan fabricó poco más de 400 unidades.
1967 Mazda Cosmo 110 Sport
Lanzado en 1967, el Mazda Cosmo 110 fue una primicia mundial. Este deportivo de diseño futurista fue muy elogiado por sus proporciones futuristas y su innovador motor rotativo Wankel de 982 cc y dos rotores, que desarrollaba 110 CV y alcanzaba una respetable velocidad máxima de 185 km/h. Mazda solo fabricó 343 Cosmo 110, por lo que su exclusividad exige un precio de venta de seis cifras en el mercado de coches clásicos de colección; tanto es así, que un Cosmo antiguo restaurado se vendió por 264.000 dólares en Pebble Beach en 2014.
Toyota Celica IMSA GTO de 1986
Una vez más una colaboración entre AAR y Toyota, el Celica IMSA GTO fue un coche de carreras construido específicamente para competir en la serie norteamericana IMSA. Presentado en 1986, el coche era un Celica sólo de nombre gracias a su chasis tubular, carrocería aerodinámica, y una versión turboalimentada del poderoso motor de cuatro cilindros de Toyota, que producía más de 600 CV antes de que las regulaciones de la IMSA le obligaran a reducir el motor a 450 caballos. Sólo se fabricaron tres Celica IMSA GTOx: uno para la temporada de 1986, otro para 1987 y un último coche para 1988. En una subasta de Sotheby's en 2014, este coche de 1986 se vendió por 242.000 dólares.
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