La mayoría de los libros de historia y enciclopedias sobre la historia del automóvil contienen la misma foto: dos hombres de pie uno junto al otro. Uno es bajito, lleva bata blanca y capó plano, el otro es corpulento, alto y con un cilindro en la cabeza. Es evidente que proceden de clases sociales diferentes. Entonces, ¿qué les unió? La respuesta es: ¡la pasión por los coches! Se trata del mecánico Georges Bouton (1847-1938) y del conde Albert de Dion (1856-1946), los creadores de uno de los fabricantes de automóviles franceses más antiguos, De Dion-Bouton.
Su amistad comenzó en 1891, cuando el conde A. de Dion quedó fascinado por la máquina de vapor y se relacionó así con los campesinos: el mecánico G. Bouton y su cuñado Charles Armand Trépardoux. Hasta entonces, fabricaban locomotoras de juguete, pero soñaban con construir un verdadero coche de vapor. Lamentablemente, no disponían de fondos para ello. Así que los tres unieron sus fuerzas y empezaron a construir vehículos con motor de vapor para los equipos de carreras. En 1883, crearon finalmente la empresa De Dion-Bouton et Trépardoux y abrieron una fábrica en la ciudad de Puteaux. En 1889, en el Salón del Automóvil de París, A. de Dion vio por primera vez el motor de gasolina y se dio cuenta de que la era de los vehículos propulsados por vapor estaba llegando a su fin y era hora de pasar a los motores de combustión interna. Sin embargo, Trépardoux pensaba de forma diferente y, por ello, apoyaba el futuro de las máquinas de vapor. Por eso abandonó la empresa en 1893.
En aquella época, los motores Daimler se consideraban los mejores del mercado. Así pues, A. de Dion compró este motor, lo inspeccionó cuidadosamente junto con G. Bouton y comenzó a rehacerlo. Rápidamente se dieron cuenta de los principales puntos débiles de los motores G. Daimler y V. Maybach, y mejoraron los sistemas de refrigeración y encendido del motor, además de aumentar las especificaciones de par del cigüeñal.
Su primer motor fue un agregado de 0,4 litros y un cilindro que tenía 3,5 CV y un sistema de refrigeración combinado. De Dion-Bouton suministró sus motores a más de 100 empresas de todo el mundo que fabricaban automóviles y triciclos. Hasta el final de su producción, en abril de 1903, la empresa fabricó casi 40.000 motores. La mayoría fueron modificados y, como resultado, la cilindrada aumentó a 0,5 litros y 4,5 CV.
Dado que A.de Dion y G. Bouton tenían el mejor motor del mercado, así como experiencia en la construcción de triciclos, se animaron a empezar a construir también automóviles. En 1899, en el Salón del Automóvil de París, presentaron un coche ligero de 420 kg llamado "Modelo D". Era un descapotable de tres plazas con carrocería de tipo "vis-à-vis voiturette". Tenía un motor de 3,5 CV bajo el asiento trasero y podía alcanzar una velocidad máxima de 30 km/h.
La mayoría de las soluciones de diseño se tomaron de los triciclos: chasis tubular ligero, ruedas tipo motocicleta con radios de acero y caja de cambios de 2 velocidades. El coche también tenía una suspensión única para la época, así como el sistema de limpieza. Sin embargo, carecía de motor de arranque y embrague. En su lugar, había que arrancar el motor De Dion - Bouton girando excesivamente la manivela de encendido situada junto al asiento del conductor. Por cierto, el fabricante recomendaba utilizar la primera marcha cuando se circulaba cuesta arriba, y la segunda cuando se circulaba por una superficie plana.
Dado que los frenos eran demasiado débiles para un coche que se consideraba rápido en aquella época, el conductor tenía que utilizar el motor para frenar rápido simplemente apagándolo. Para ello, había que utilizar dos manetas de encendido y un botón situado debajo del pie. Si un conductor pisaba el pedal del freno con todas sus fuerzas, también pulsaba un botón que paraba el motor, seguido de un bloqueo de la transmisión y las ruedas.
De Dion-Bouton ayudó a la marca a convertirse en el fabricante de automóviles más destacado del mundo. En 1900, la empresa fabricaba 400 coches y 3.200 motores. En 1901, el fabricante vendió 1.500 vehículos y empezó a producirlos en el extranjero, concretamente en Rusia y Estados Unidos. Al cabo de un año, las ventas superaron las 2.000 unidades. Fue el inicio de la producción en serie de automóviles en Europa. Sin embargo, las tendencias automovilísticas cambian rápidamente: en 1903, los coches con motor de gasolina parecían anticuados. Así que la empresa diseñó y fabricó inmediatamente un De Dion-Bouton biplaza con el mismo motor, sólo que esta vez en la parte delantera. Este coche también se convirtió en el superventas de la época.
Como la construcción cambió, el espectro de automóviles también se amplió. Entre 1904 y 1907, una floreciente empresa ofreció a sus clientes once modelos para elegir, que iban de 8 a 30 CV. Los mejores modelos podían alcanzar hasta 80 km/h. En 1910, De Dion-Bouton fabricó el primer modelo de serie de la historia del automóvil con motor V8. En 1914, la empresa ya ofrecía cuatro modelos con él.
Sin embargo, la Primera Guerra Mundial perjudicó la prosperidad de la empresa. Entonces, De Dion-Bouton se vio obligada a fabricar piezas para cañones, vehículos blindados y motores para aviones. En 1919, sólo había tres modelos en producción. Las continuas mejoras y las soluciones tecnológicas más novedosas tampoco ayudaron. Se hablaba de que Peugeot o Mercedes podrían hacerse con De Dion-Bouton, pero esos rumores no se hicieron realidad. Al principio, se interrumpió la producción de vehículos de lujo con grandes motores, hasta que la empresa, que en su día fue líder del sector, detuvo también la producción de coches más baratos en 1932. Aun así, los camiones siguieron produciéndose hasta principios de los años 50.
El propio A. de Dion participó activamente no sólo en el diseño y la mejora de los automóviles. Poseía más de 40 patentes diferentes en esta industria. Además, era muy activo políticamente. En 1898, también se convirtió en cofundador del Salón del Automóvil de París (Mondial de l'Automobile).
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