A muchos propietarios de Mercedes clásicos les costará describir sus queridos coches sin utilizar el término sobreingeniería. Es algo de gran valor para ellos, el trabajo invertido en hacer el coche les hace sentirse especiales. Dependiendo del propietario, este tipo de Mercedes pasa de sobrediseñado a simplemente diseñado entre 1998-2000. Casualmente 1998 es el mismo año en que Mercedes Benz se fusionó con Chrysler. También es el último año de producción del coupé W140, el C140, considerado por muchos como la cúspide absoluta del trabajo de Mercedes.
Igual pero diferente
El gran coupé era conocido por sus puertas de cierre suave y su espejo retrovisor eléctrico. Características que prácticamente resumían todo el coche, ya que no era necesario realizar ningún trabajo manual mientras se conducía. Desde los reposacabezas traseros hasta la columna del volante, pasando por los brazos extensibles de los cinturones de seguridad y los asientos, todo era automático o se accionaba pulsando un botón.
La receta para este Mercedes de 5 metros fue la misma que antes: tomar el coche insignia actual, disminuir la cantidad de puertas, compensar con más juguetes de serie y aumentar el precio en unos 8000$ (ajustado a la inflación). El diseño se aprobó entre 1987 y 1988 y el coche salió finalmente en 1992. Aunque la carrocería del C140 fue obra del mismo responsable de la anterior elegancia de Mercedes - Bruno Sacco, el diseño del coupé no tuvo tantos admiradores como sus otros trabajos.
Al principio, dependiendo de la cilindrada del motor, se denominaba 500SEC o 600SEC. A partir de 1993 se vendió como coupé S y en 1996 recibió el distintivo CL. Con esta insignia, también recibió un lavado de cara. Los parachoques delanteros y traseros, además de cambiar de estilo, incorporaban los sensores "Parktronic". Esto significaba que las barras de aparcamiento que se extendían desde los cuartos traseros, presentes en las primeras versiones, ya no eran necesarias. Otro paso hacia la era moderna fueron los faros de xenón, los airbags laterales y el ESP en los modelos V12.
Cómodamente rápido
Para mover todo lo anterior se ofrecieron tres motores. Inicialmente, el V8 de 5,0 litros con 235 kW y 470 Nm, así como el V12 de 6,0 litros con 290 kW y 570 Nm. Más tarde, a partir de 1994, se introdujo una tercera unidad: un V8 de 4,2 litros que producía 205 kW y 400 Nm. Aunque el V12 era el más potente, también añadía la friolera de 200 kg al ya de por sí pesado bicuerpo. Aún así, fue el más rápido de 0 a 100 km/h con 6,6 s. El 5.0 litros fue 0,7 s más lento con 7,3 s y el V8 más pequeño hizo el sprint en 8,3 s. No obstante, los tres proporcionan una aceleración lineal suficiente y, con la ayuda de un impresionante coeficiente de resistencia de 0,29, una velocidad máxima limitada a 250 km/h.
Consejos de compra
Al comprar uno de estos gigantescos coupés hay que tener en cuenta algunas cosas. En primer lugar, estos motores son de la época de Mercedes, cuando los motores de inyección de gasolina recibieron los arneses de motor biodegradables. El aislamiento puede literalmente haber desaparecido y los cables desnudos estarán expuestos unos a otros. Compruebe si ha sido sustituido. Si no está seguro - esto se puede hacer fácilmente doblando físicamente cualquiera de los cables del motor - los degradables se agrietarán al instante. Si bien el modelo V12 es la guinda del pastel, también es el más complejo, el más sediento y el más pesado. Esto último también significa que no se maneja tan bien como los V8. Las bombas de aire responsables del ajuste del soporte de la madera y las puertas de cierre suave tampoco duran tanto como a los propietarios les gustaría. Afortunadamente, el óxido no es un problema muy común en estos, pero si lo es - alas y puertas tienden a ceder primero.
El precio del Mercedes-Benz C140
Con 2.622 cupés fabricados en total, este coche entra en la categoría de "exclusivo". Los precios empiezan en unos 4.000 euros y suelen rondar los 30.000. Pero si busca algo de la categoría "VIP"/"Unicornio", se fabricaron un puñado de versiones AMG: el CL600AMG, el S70AMG, el S72AMG y el S73AMG. Los tres últimos eran capaces de alcanzar y superar los 300 km/h. Estos coches se fabricaron principalmente para el mercado japonés y pueden llegar a valer más de 90 000 euros.
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