Hace tres décadas, fue una época dorada para los aficionados a los coupés deportivos. Por aquel entonces, surgieron muchos modelos, como el Ford Puma, el Opel Calibra, el Toyota Celica, el Honda Integra, el Alfa Romeo GTV, el Fiat Coupé... La lista podría seguir y seguir. Sin embargo, si tuviéramos que elegir el vehículo de tipo coupé más interesante y fiable, sin duda sería el Volkswagen Corrado.
Un modelo que debutó a finales de los 90 debía continuar una exitosa campaña de Volkswagen Scirocco. Sin embargo, no salió tan bien como estaba previsto. No porque los ingenieros de Volkswagen metieran la pata, sino porque la comunidad de la época decidió ignorar el fascinante Corrado, pero más tarde sobre eso.
Un poco de historia
Los coches coupé compactos marcados con el logotipo de Volkswagen siempre fueron una parte importante de esta empresa. Al igual que los talleres Karmann, que siempre han llevado a cabo los deseos más caprichosos de Volkswagen.
¿Recuerda el fantástico Karmann Ghia? Fue un coche que impresionó a más de 500.000 personas. ¿Recuerdas el aún más fascinante VW Scirocco? Los modelos de 1ª y 2ª generación reunieron a más de 890.000 compradores en todo el mundo. Sabiendo cuál era el precio y la finalidad del coche, es un resultado asombroso.
Mientras tanto, como ya se ha mencionado, el Corrado se convirtió en un punto oscuro en el resumen contable de Volkswagen. Entre 1988 y 1995, cuando los alemanes decidieron detener la producción del Corrado, sólo circularon 97.521 vehículos por las carreteras públicas. Esto plantea muchas preguntas, ya que el Corrado era y es un coche interesante y parecido a Volkswagen.
ADN familiar
Coches distintos, piezas iguales. Esa es la fórmula de Volkswagen y muchos otros fabricantes, que ayuda a reducir los costes de producción y funcionamiento. Así que, cuando llegó el momento de construir un nuevo coupé deportivo, los ingenieros del consorcio alemán actuaron de forma muy racional.
Los especialistas pusieron la plataforma universal de 2ª generación del Golf en un pedestal y la utilizaron para sus propios fines. La distancia entre ejes del Corrado era idéntica a la del Golf, al igual que muchas otras piezas. Mientras tanto, la suspensión trasera se tomó prestada del querido Volkswagen Passat europeo.
No es de extrañar que en el espectro de motores Volkswagen se pudiera ver con bastante frecuencia el motor del Golf de 2ª generación. Al principio, un coupé de formas rígidas estaba equipado con motores Golf GTI que tenían 8 o 16 válvulas. Más tarde, surgió la versión G60 que disponía de compresor. Sin embargo, a la cabeza de la lista de modificaciones del Corrado estaba el VW Corrado VR6.
Lamentablemente, la versión que más llamó la atención se lanzó demasiado tarde. Ocurrió cuatro años después del lanzamiento del Corrado, en 1992. En parte, la culpa es de los ingenieros que buscaban la perfección.
Verá, todas las versiones del Corrado, excepto el Corrado VR6, compartían los mismos componentes con el Golf de 2ª generación. Mientras tanto, el VR6 utilizaba componentes de suspensión más nuevos que estaban dedicados a la plataforma del Golf de 3ª generación. En lugar de firmes amortiguadores Bilstein, el coche tenía análogos Koni que funcionaban mejor. También tenía neumáticos más anchos para que los ingenieros pudieran meterle un enorme motor de seis cilindros. Sin embargo, esas no eran las únicas distinciones de la versión VR6.
El compacto VR6 de 2,8 litros tenía 190 CV y podía alcanzar los 100 km/h en 6,4 segundos. Por aquel entonces, este coupé de aspecto moderado podía seguir el ritmo del doble de caro Porsche 968. Imagínese a un conductor de Porsche que hace unos instantes esperaba dejar atrás al Corrado de clase inferior.
El atributo único del Corrado era su capacidad de manejo. Como Volkswagen hizo un gran trabajo encontrando el equilibrio más óptimo para la suspensión, el Corrado tenía un mecanismo de ruedas preciso, rápido e informativo, así como la configuración de suspensión que hacía felices a los conductores tanto en carreteras públicas como en circuitos de carreras.
Entonces, ¿dónde está la razón del fracaso?
De las pobres estadísticas de ventas del Corrado sólo se puede culpar a VW y a la estrategia de la empresa. Una humilde gama de motores no satisfacía las necesidades de los potenciales compradores del Corrado. Incluso la versión G60 fue tachada de lenta.
Las cosas sólo empezaron a mejorar cuando la versión VR6 se unió a la familia Corrado. Sin embargo, esto no animó a los ejecutivos de Volkswagen a tomar una decisión favorable sobre la creación de la 2ª generación del Corrado.
Tres años después del lanzamiento del Corrado VR6, Volkswagen ha declarado oficialmente el cese de su producción.
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