El Padrino de la Nissan GT-R – así es como llaman algunos a Kazutoshi Mizuno, un hombre que empezó a trabajar para Nissan en 1972. Cada vez que le preguntaban cómo se imaginaba este modelo, respondía que le gustaría hacer aún mejor el coche apodado "Godzilla".

Cuando empezó a trabajar en Nissan hace cinco décadas, Mizuno-san admite que no era un buen empleado.Siempre dormía en horas de trabajo, no trabajaba demasiado, no trasnochaba. Como estudiante, ya ves, yo había diseñado un coche de Fórmula Junior. En Nissan, sólo me dedicaba al diseño de piezas, no al desarrollo del coche, explica “Sr GT-R".

Nissan se dio cuenta de ello y envió al joven ingeniero a trabajar a un concesionario para que conociera a los clientes de la empresa. Mizuno-san vendía coches a personas discapacitadas que le decían que para ellos un coche es toda su vida, casi como un ser humano.

Mi mente experimentó un gran cambio. Me di cuenta de que lo más importante es que el coche sea para un cliente,recuerda.

Kazutoshi Mizuno
Kazutoshi Mizuno
© Nissan archive

Mizuno-san se unió Nissan en 1987, y más tarde formó parte de la campaña de Le Mans de 1994 con el Skyline de la serie R33. GT-R proyecto. En 2000, ya estaba a cargo del equipo que desarrolló el Nissan 350Z, el primer Infiniti FX y la última generación del Skyline, entre otros coches. Finalmente, el Consejero Delegado de la Alianza Renault-Nissan, Carlos Ghosn, le eligió para trabajar en el proyecto del GT-R en 2003.

Kazutoshi Mizuno trabajó durante unos cinco años antes de la primera presentación pública del GT-R. El momento culminante llegó en 2007, cuando desveló su criatura en el Salón del Automóvil de Tokio.

Hay tres requisitos para un supercoche. Uno, debe pesar cuatro kilogramos o menos por caballo de potencia. Nuestra relación es de 3,6 kilogramos. Dos, debe tener una capacidad de 300 km/h en carreteras públicas. Y, tres, debe ser capaz de dar la vuelta al Nürburgring Nordschleife en menos de ocho minutos, dijo Mizuno-san al presentar su creación.

Nissan GT-R (2007)
Nissan GT-R (2007)
© Nissan archive

Como el 911

El Nissan GT-R que salió al mercado en 2007 se convirtió en una sensación mundial. Al hablar de su creación (fue a la vez ingeniero jefe de vehículos y especialista jefe de producto), Kazutoshi Mizuno admitió que tenía este modelo en la cabeza mucho antes de que Carlos Ghosn le pidiera que lo fabricara.

Tenía este coche en la cabeza: las prestaciones, la dinámica... lo tenía todo en la cabeza», afirma Kazutoshi Mizuno. "La gente de Nissan no me creía cuando decía que mi coche sería tan bueno como un Porsche 911, pero de otra manera. Pero lo es.

Kazutoshi Mizuno junto al Nissan GT-R
Kazutoshi Mizuno junto al Nissan GT-R
© Nissan archive

El espíritu de takumi

Kazutoshi Mizuno también tiene ideas interesantes sobre lo que es un supercoche japonés. Según él, los coches fabricados en Alemania son de alta calidad y precio elevado, los americanos son más baratos y no tan buenos, y los italianos son excéntricos pero poco fiables.

La nacionalidad es más grande que los coches. Así que el GT-R es takumi [en japonés, esta palabra significa habilidad y artesanía]. Es el espíritu japonés. Es una habilidad especial que añade algo especial en la mente del cliente, y lo transmite a la siguiente generación. Hago el GT-R para los clientes, no para mí o para el orgullo de la empresa, explica el ingeniero con ardor.

La seguridad ante todo

Para Mizuno, el GT-R no es un coche cualquiera. Cuando se presentó la segunda generación del modelo en Silverstone hace cinco años, Top Gear se encontró con el ingeniero y líder ideológico del modelo hecho una furia, agitando los brazos.

Pensar que mi coche es demasiado pesado es un error. Todos los periodistas dicen: 'El GT-R es pesado, pesado, pesado... ¡debería ser más ligero, más ligero, más ligero! Yo digo que los periodistas tienen que desarrollar un nivel de pensamiento más profesional. ¡Más estudio! ¡Más reflexión! El GT-R necesita tener este peso. Un coche con menos peso no se maneja. Un peso más ligero puede ser peligroso. Y no será conducible por todos los clientes. Usted tiene una responsabilidad para con el cliente. Tengo una gran responsabilidad con el cliente", declaró Mizuno-san en 2012, enfadado por las declaraciones de los periodistas.

Kazutoshi Mizuno
Kazutoshi Mizuno
© Nissan archive

A menudo hace hincapié en la seguridad y en las obligaciones del fabricante para con el cliente. Por ejemplo, en otra entrevista sobre el nuevo GT-R que salió en 2012, subrayó en una ocasión que la ventaja de Nissan sobre sus rivales era su compromiso con la seguridad.

No solo sostenemos que en un GT-R se puede mantener una conversación normal a 300 km/h en la autobahn alemana, o que el coche puede dar una vuelta en Nürburgring en 7 minutos 18 segundos. También nos planteamos cuestiones como ¿cómo diseñamos un coche que aguante un pinchazo a 300 km/h y pueda llegar al taller? ¿O cómo protegemos al pasajero en caso de accidente a 200 km/h? O ¿cómo activamos el sistema VDC [control de la dinámica del vehículo] a más de 250 km/h?, enumeró el ingeniero.

Nissan GT-R (2017)
Nissan GT-R (2017)
© Nissan archive
Nissan GT-R (2017)
Nissan GT-R (2017)
© Nissan archive
Nissan GT-R (2017)
Nissan GT-R (2017)
© Nissan archive

Cerró la puerta

Cuando salió la nueva generación del GT-R en 2012, un periodista francés preguntó a Mizuno-san cuánto tiempo pensaba seguir trabajando en Nissan. El ingeniero tenía entonces unos 60 años. Respiró hondo, pensó un momento y respondió que era una pregunta muy difícil para él, ya que siempre está contemplando qué más podría hacer por el GT-R.

Sin embargo, la noticia de que Mizuno-san, el Padrino del GT-R, dimitía resonó en todo el mundo en 2013. El motivo oficial fueron problemas de salud, pero también corrió el rumor de que el ingeniero dimitió cuando el fabricante decidió producir un superdeportivo eléctrico o híbrido. En cualquier caso, Nissan no dijo mucho, pero sí afirmó que la dimisión del ingeniero afectaría definitivamente a la producción del GT-R. Otro especialista se convirtió en el jefe de producto del GT-R y, tras unos años de descanso, Mizuno-san se incorporó al grupo taiwanés Yulon. Se anunció que el ambicioso especialista aceptó formar parte del Grupo Yulon sólo si se le daba vía libre para crear coches capaces de competir con las marcas premium alemanas.

No soy un jugador. No empezaré una pelea a menos que esté 100% seguro de que voy a ganar, recalcó Mizuno. Quiero plantar cara a las marcas premium europeas en los segmentos más competitivos.

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