La tecnología híbrida: El futuro inmediato de la industria del automóvil

Numerosos directivos del sector del automóvil creen que los vehículos híbridos, y no los puramente eléctricos, representan el futuro inmediato de la industria. Esta perspectiva se basa en las ventajas duales que ofrecen los híbridos, que combinan los beneficios de los motores de combustión y de las cadenas cinemáticas eléctricas.

La evolución y el impacto de los vehículos híbridos

El vehículo es capaz de circular por carretera únicamente con energía eléctrica, lo que resulta beneficioso durante los desplazamientos urbanos o en situaciones de tráfico congestionado.

En viajes más allá de los límites de la ciudad, el motor de combustión interna se convierte en una ventaja. Permite que el coche híbrido funcione de forma continua hasta que se agota la reserva de combustible.

Para muchos, la propulsión híbrida parece una innovación reciente. Muchos consideran que Toyota es la pionera en tecnología de vehículos híbridos, ya que lanzó el famoso Prius en 1997.


Ciertamente, el mayor fabricante de automóviles del mundo ha desempeñado un papel crucial en el avance y la popularización de la tecnología híbrida. Sin embargo, el origen de este concepto es anterior a Toyota y a muchas otras empresas automovilísticas. El inicio del vehículo híbrido se produjo mucho antes, no hace sólo 40 o 60 años.

El Armstrong Phaeton: Un hito histórico en la tecnología híbrida

Presentamos el Armstrong Phaeton, el vehículo híbrido pionero que debutó en 1896. El Armstrong Phaeton se desarrolló bajo la dirección del ingenioso y hábil ingeniero Harry E. Dey. Este individuo dedicó su vida al diseño de un coche eléctrico que fuera práctico para el uso diario.

El Armstrong Phaeton fue desarrollado bajo la dirección del ingenioso y hábil ingeniero Harry E. Dey.

1896 Armstrong Phaeton
1896 Armstrong Phaeton
© Bonhams
1896 Armstrong Phaeton
1896 Armstrong Phaeton
© Bonhams

Harry E Dey estaba convencido del prometedor futuro de los vehículos eléctricos. Sin embargo, se topó con el reto más importante que sigue afectando a los coches eléctricos en la actualidad: el agotamiento de la carga de las baterías y la incapacidad de la tecnología para resolver este problema de forma suficiente.

En 1895, Harry E Dey construyó su primer vehículo eléctrico. La idea de un medio de transporte silencioso y respetuoso con el medio ambiente atrajo rápidamente a multitud de entusiastas, lo que supuso un importante estímulo para el líder de una empresa de reciente creación.

1896 Armstrong Phaeton
1896 Armstrong Phaeton
© Bonhams
1896 Armstrong Phaeton
1896 Armstrong Phaeton
© Bonhams

El ingenio y las propuestas innovadoras del Sr. Harry E Dey pronto llamaron la atención de la Roger Mechanical Carriage Company, que comercializaba vehículos Roger-Benz bajo licencia de Benz & Cie (actual Daimler) en Francia.

Al reconocer el enorme potencial de Estados Unidos, Emile Roger, fundador de la empresa, se aventuró en numerosos países con nombres exóticos. Su misión era encontrar colaboradores que pudieran adaptar el carruaje a las preferencias estadounidenses. ¿Y adivina qué? Harry E Dey fue seleccionado como una de las personas encargadas de mejorar la fórmula de éxito de la Roger Mechanical Carriage Company.

Al contrario de lo que muchos esperaban, Harry E. Dey no se contentó con realizar pequeños ajustes y disfrutar de los beneficios económicos resultantes. En lugar de ello, optó por diseñar un vehículo completamente nuevo adaptado a las necesidades de dos grupos de clientes distintos: los que deseaban viajar exclusivamente con energía eléctrica durante ciertas distancias y los que necesitaban cubrir distancias más largas a diario. Así nació el Armstrong Phaeton, posiblemente el primer coche propulsado por tecnología híbrida.

El aspecto más notable de este vehículo es su sistema de propulsión híbrido, que contaba con un motor bicilíndrico de 6,5 litros alimentado por gasolina, una batería que no era la más potente del mercado y un generador de corriente continua. Esta configuración permitía que el motor del Armstrong Phaeton arrancara sin la entonces habitual manivela de arranque, una hazaña notable, sobre todo si se tiene en cuenta que esta característica se convirtió en estándar 16 años después en Cadillac.

Emile Roger
Emile Roger
© Bonhams
1896 Armstrong Phaeton
1896 Armstrong Phaeton
© Bonhams

Entre las notables características del Armstrong Phaeton destacan algunas otras innovaciones, como un embrague electromagnético y una transmisión automática de tres velocidades. Este vehículo fue uno de los pioneros en demostrar que no era necesario un pedal de embrague. Además, diversas fuentes afirman que el Armstrong Phaeton generaba un par tan importante que incluso podía provocar la rotura de las ruedas de un carruaje bastante básico.

El ascenso y caída de la American Horseless Carriage Company

Este vanguardista concepto de vehículo atrajo rápidamente la atención de Emile Roger, quien enseguida fundó la American Horseless Carriage Company. Esta entidad era una filial de la Roger Mechanical Carriage Company, creada específicamente para impulsar el desarrollo del proyecto de Harry E. Dey.

No mucho después, la American Horseless Carriage Company se asoció con Armstrong Manufacturing, una empresa de Connecticut famosa por su capacidad para contribuir a una amplia gama de proyectos industriales. Así pues, una vez abordados todos los detalles críticos, llegó el momento de proceder a la culminación del proyecto.

1896 Armstrong Phaeton
1896 Armstrong Phaeton
© Bonhams
1896 Armstrong Phaeton
1896 Armstrong Phaeton
© Bonhams

En un momento crucial, las finanzas de la American Horseless Carriage Company estaban completamente agotadas. Los costes de preparación de un vehículo avanzado para su producción en serie superaban con creces las previsiones iniciales del director general. Este déficit financiero llevó a la quiebra a la American Horseless Carriage Company y provocó que el único prototipo del mundo quedara abandonado en Armstrong Manufacturing.

El Armstrong Phaeton de propulsión híbrida quedó relegado a un rincón de la pequeña fábrica hasta 1963, cuando un empleado de la fábrica Armstrong se encargó de trasladarlo a la comodidad de un garaje privado.

Ahí permaneció hasta mediados de la década de 1990, cuando Robin Loder, un entusiasta de los coches británicos, lo compró. Se embarcó en una detallada y costosa restauración del vehículo.

En cuanto al valor actual del coche, no sería de extrañar que el Armstrong Phaeton estuviera valorado en unos 1.000.000 de dólares hoy en día, teniendo en cuenta que una versión restaurada del Armstrong Phaeton se vendió por 483.400 dólares hace unos años.

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1896 Armstrong Phaeton