Renault y Chrysler se jactan de ser quienes idearon el formato sensato de la minifurgoneta cuando presentaron sus respectivos modelos Espace y Caravan en 1984. Sin duda, sus productos fueron una bendición para numerosas familias de todo el mundo, pero tanto Chrysler como Renault han olvidado convenientemente la minifurgoneta original de la Alemania Occidental de los años 40 cuando se felicitan a sí mismos. DKW creó una furgoneta con un motor transversal en la parte delantera y espacio para ocho adultos en la parte trasera en 1949. Esta novedad se llamó Schnellaster (transportador rápido en alemán).
Es posible que muchos de vosotros ni siquiera conozcáis la marca DKW, que más tarde fue absorbida por Audi y Volkswagen, así que aquí va un resumen. Durante un tiempo, DKW solo fabricó motocicletas, e incluso cuando más tarde pasó a fabricar automóviles, el Schnellaster era el más grande de su gama. Como era de esperar, la pequeña furgoneta seguía teniendo ADN de motocicleta en su corazón, ya que estaba propulsada por un motor de dos tiempos.
Al principio, el motor era un bicilíndrico de poco menos de 700 cc, que pronto se amplió a 800 cc, pero la verdadera transición se produjo en 1955, cuando el Schnellaster recibió un motor de 900 cc y 3 cilindros (¡!). Claro, no parece gran cosa, pero hay que recordar que la única competencia real que tenía esta DKW era la VW T2, que tampoco era especialmente ágil, ya que ambas furgonetas alemanas apenas alcanzaban los 100 km/h. No hay que olvidar que los motores de dos tiempos tienen el doble de tiempos de potencia que sus homólogos de cuatro tiempos, lo que significa más potencia con la misma cilindrada. Cuando DKW promocionaba sus modelos de 3 cilindros, los marcaba como 3=6, dando a entender que sus motores de 0,9 l y 3 cilindros eran tan buenos como los de 1,8 l y 6 cilindros.
En cualquier caso, el motor no era precisamente la característica principal del Schnellaster, ni tampoco lo era su bonito salpicadero. No, su principal virtud era el suelo plano y el enorme espacio de carga, gracias a la ingeniosa combinación del motor delantero y la tracción delantera. Como resultado, el Schnellaster podía fabricarse fácilmente en una gran variedad de versiones, además de la minifurgoneta mencionada anteriormente (que se llamaba DKW Bus). Había furgonetas y camionetas pickup normales, pero DKW también fabricó ambulancias, furgonetas para panaderías, coches de correos e incluso vehículos eléctricos con la misma plataforma.
Uno de los dos Schnellaster eléctricos que quedan ha sido restaurado minuciosamente por los propios especialistas de Audi hace unos años y ahora se utiliza como vehículo de servicio en su museo de Ingolstadt. Por lo general, se necesitan muchos recursos para restaurar estas furgonetas alemanas de mediados de siglo, ya que muchas de ellas se han oxidado y las que quedan son pocas y están muy dispersas.
Volviendo a la afirmación original de que el DKW Schnellaster Bus fue la primera minifurgoneta, uno se pregunta si existirían las minifurgonetas actuales si no fuera por DKW. ¿Seguiría habiendo coches prácticos y compactos para recoger a los niños del entrenamiento de fútbol y llevarlos de excursión a la playa? Probablemente sí.
Aunque el Schnellaster era extremadamente innovador en su diseño, no causó gran sensación. Es difícil creer que este pequeño coche de Alemania Occidental inspirara a los diseñadores de ambos lados del Atlántico a esbozar minifurgonetas varias décadas más tarde. A pesar de no ser tan revolucionario y de estar casi olvidado en la actualidad, el Schnellaster fue el primero, y ser el primero sin duda cuenta para algo. --- Encuentre el coche de sus sueños entre nuestras categorías de coches!
