Cada vez que se menciona el nombre de Volkswagen, los conductores preocupados por el medio ambiente ponen los ojos en blanco y sacan a relucir el escándalo de las emisiones. ¿Se puede justificar este tipo de comportamiento corporativo? Por supuesto que no, pero ¿significa eso que a partir de ahora hay que descartar todos los coches con el logotipo de Volkswagen? La respuesta sería la misma: por supuesto que no.

Volkswagen es un gigante de la industria automovilística que siempre estará bajo el punto de mira. Por lo tanto, no es de extrañar que la gente tiende a recordar los fracasos de estos gigantes y a olvidar todos sus logros anteriores.

El fabricante de automóviles, que ocupa una posición dominante en la mayoría de los países del viejo continente, siempre ha buscado formas de aumentar la eficiencia de los motores de combustión interna, así como desarrollar tecnologías que permitan abandonarlos por completo. ¿Un ejemplo? El Elektro-Golf, presentado al público en 1976.

Un futuro más limpio

Vivimos en una época en la que la protección del medio ambiente es el tema más importante y el mayor quebradero de cabeza para todos los fabricantes de automóviles.

Para adelantarse a sus competidores, Volkswagen puso en marcha a principios de la década de 1990 un proyecto poco convencional: un motor ligero y eficiente que no utilizara combustible ni aceite convencionales y tuviera un impacto medioambiental mínimo.

Los ejecutivos de Volkswagen querían saber si esto era posible, por lo que decidieron ponerse en contacto con Herbert Clements y Michael Hoetger, dos ingenieros siempre dispuestos a experimentar. Estos fueron los que aceptaron inmediatamente crear un motor revolucionario.

Volkswagen acudió a estos ingenieros con varios criterios. Uno de ellos era crear un motor que no utilizara combustibles convencionales y emitiera una cantidad mínima de gases de escape a la atmósfera. ¿Suena como una misión imposible? No para estos especialistas. En 1996 comenzaron a trabajar en su taller en un motor con un concepto completamente nuevo.

The prototype of an innovative steam engine
El prototipo de una innovadora máquina de vapor.
©Archivo de Volkswagen AG
The prototype of an innovative steam engine
El prototipo de una innovadora máquina de vapor.
©Archivo de Volkswagen AG

Un motor poco convencional

Tras varios años de pruebas, se presentó a la dirección de Volkswagen un motor de tres cilindros que desarrollaba hasta 220 CV y 500 Nm de par.

Se trataba de un innovador motor de vapor con un motor de pistones que funcionaba en circuito cerrado. En los motores de combustión interna convencionales, las paredes de los cilindros se lubrican con aceite. En este motor, sin embargo, la lubricación de las paredes de los cilindros se realizaba con vapor.

Era un motor muy compacto y relativamente ligero. Los primeros prototipos pesaban unos 120 kg y presentaban unas propiedades dinámicas que en aquel entonces solo podíamos encontrar en motores de mucha más cilindrada.

Para no gastar demasiado dinero, los autores del proyecto montaron el primer prototipo del motor en un compacto Škoda Fabia Combi. Incluso en comparación con el motor más potente que se había montado en este modelo hasta entonces, el nuevo "corazón" del coche impresionó incluso a los más escépticos. Funcionaba con suavidad y silencio, y demostró una dinámica excelente. Además, ¡el nuevo motor alcanzaba su temperatura de funcionamiento en solo 30 segundos!

Škoda Fabia Combi
Škoda Fabia Combi
©Archivo de Škoda Auto

¿Un motor ideal? Si hubiera llegado a la producción en serie, sí. Tras ver la demostración del prototipo, uno de los mayores fabricantes de automóviles de Europa decidió tirar del freno de mano. Según los autores del proyecto y los ingenieros, el desarrollo de la nueva generación de motores se detuvo debido a una encuesta realizada por el fabricante entre los consumidores.

Entonces, los empleados de Volkswagen decidieron realizar una encuesta entre los consumidores para saber si un motor de este tipo (un motor de vapor) les interesaría. Resultó que la mayoría de los encuestados respondieron que no. Mientras tanto, Clemens y Hoetger no estaban de acuerdo con eso. De mutuo acuerdo, ambas partes decidieron separarse y concentrarse en proyectos que les interesaban.

Este proyecto parece una gran oportunidad desaprovechada, ya que este tipo de motor podría ser la solución a todos los problemas actuales. El concepto de motor presentado hace 15 años se consideraría hoy revolucionario. Sin embargo, a juzgar por las declaraciones de los autores del proyecto en diversos medios de comunicación, es poco probable que lleguemos a ver un motor de este tipo en nuestros coches. Qué pena...

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